En el Marco del Foro Cultural de Río Grande, miles de riograndenses se dieron cita en el escenario natural de la plaza principal, para deleitarse y volver abrir aquel libro de recuerdos de la mano con los Montañeses del Álamo.
Tampico Hermoso fue la polca que sonó para abrir el baile, seguido de Caminos de Michoacán, De Torreón a Lerdo, Entre suspiro y suspiro y al escuchar las notas de las cumbias como La Mosca que es considerado el himno representativo a nivel mundial de ésta institución ya que ha sido grabada por diferentes artistas.
Más de 15 años de su última presentación por tierras riograndenses, pues conservan recuerdos muy agradables de los bailes que se cada fin de año amenizaban y a los que se daba cita gente de todas las edades pues su música es universal, Caminos de Michoacán, Noches Eternas y Paloma Errante fueron de las más coreadas que además arrancaban suspiros y lágrimas, pues motivo suficiente para revivir andanzas y recuerdos de la juventud de los presentes.
Esta agrupación ya se han inmortalizado en la historia, y sobre todo en el gusto de la gente riograndense quienes les abrieron su corazón para recibirlos, eso no lo imaginaron sus fundadores cuando grabaron el primer disco en 1938, pues hasta hoy han grabado ya 109 discos de larga duración y han cantado al menos mil 800 melodías, algunas de las más famosas son cachito de luna, coronelas, Agustín Jaime, la san antoniana, entre otras y su última producción discográfica titulada “la burrita” del cual se desprenden temas como hace un año, puerto de ilusión.
Los Montañeses del Álamo, una agrupación que nació en Cadereyta Jiménez y que con su particular estilo, polcas, valses, chotices y redovas dio auge musical a San Pedro de los Salazar, El Álamo, Santiago Nuevo León, con su peculiar estilo lograron hacer bailar a los asistentes en el escenario natural de la plaza principal de Río Grande.
Esta agrupación surgió el 11 de mayo de 1933 en Cadereyta y que luego se volvió un ícono representativo de Santiago, es quizá la más longeva no sólo de nuevo león, sino de la región, sus integrantes fundadores fueron don Pedro Mier y Mier y sus hijos, Nicandro y Jaime Mier Pérez, Wenceslao Moreno, quienes se encargaron de darle un sonido muy especial al grupo a parte de la flauta, el bajo sexto, saxofón y contrabajo.
Durante esta presentación, se escucharon entre otros temas, valses como Luces en el Puerto, Alejandra, Honor y Gloria, Morir soñando, Ofelia y de más piezas que era inevitable suspirar al escucharlas.
